jueves, 6 de enero de 2011

Sin la máxima potencia y los flaps, no se despega.

Hola a todos.
Es mi primer mensaje en mi blog, y la verdad no sé muy bien lo que quiero poner. O bueno, sí lo sé, pero son tantas cosas que quisiera contar que hoy no tendría tiempo ni velocidad en el teclado para hacerlo.
Lo que me ha llevado a la creación de este blog ha sido un poco mi estado de ánimo de los últimos meses. Es algo así como un avión debiendo despegar, pero sin la potencia suficiente para hacerlo, y teniendo que volverse atrás para no accidentarse en el intento. El caso es que necesitaba compartir con alguien la necesidad que a veces la gente tenemos de volar, de aterrizar en otro aeropuerto (entiéndase la metáfora) pero siempre hay algo que nos lo impide; la familia, los hijos, la pareja, el trabajo...............en fin, un montón de cosas que te van frenando, y que al final sólo sirven para eso, para frenarte y hacer que poco a poco tu avión, tu vida, quede retenida en un aeropuerto. La monotonía.
Todos tenemos muchos sueños e ilusiones, sobre todo cuando somos muy jóvenes o adolescentes; por ejemplo una carrera universitaria, un trabajo de nuestros sueños, viajar, conocer mundo. Hay quien tiene suerte y lo consigue e incluso no cesa nunca. Y en cambio, hay mucha otra gente que aún manteniendo esa ilusión,  siempre hay algo o alguien que queriendo o sin querer les detiene.
El título de mi blog, evidentemente es algo metafórico que se refiere a eso. O mejor dicho, a ellos, o mucho mejor dicho aún, a nosotros, a los que no dejamos de tener ilusiones y proyectos, a pesar del pasar de los años y las circustancias de la vida.
En mi experiencia personal por ejemplo, he querido llevar a cabo muchos sueños e ilusiones, pero siempre, y no sé por qué, ha habido alguien que ha tratado de impedir que eso suceda. Bien porque les parecía una locura o bien porque según su criterio no era una cosa justa, pero el caso es que muchas veces he tenido que dejar de lado proyectos porque otras personas me acababan convenciendo que no debía realizarlos.
Hoy viendo una serie de televisión, la cual sigo desde el principio por pura casualidad y además he tenido que comprar las temporadas 2, 3 y 4 en DVD porque en España no se han emitido, me he dado cuenta que no debemos dejarnos manipular por personas que nos hacen ver como meros ilusos por el hecho de tener aspiraciones.
La vida es una cosa prestada. Te la dejan una vez, y si no la aprovechas bien y a tu modo, está claro que nadie lo hará por ti y mucho menos podrás rectificar una vez muerto. Por eso, y gracias a esta serie, me doy cuenta que ni por la familia, ni por los hijos, ni mucho menos por la pareja uno debe frenarse en la pista de despegue, porque está claro que si no despegas en el momento justo, nunca lo harás.
Por eso, le pese a quien le pese, y peor para todo aquel que no me entienda, yo saco los flaps, pongo los motores a toda potencia, y con permiso o no de la torre, despego.

No hay comentarios:

Publicar un comentario